La televisión y nuestras vidas
Desde
mi experiencia personal el mirar televisión es uno de los mejores pasatiempos.
De chica al no tener con quien jugar, ya que tengo un solo hermano y mayor por
seis años, me entretenía mucho mirando la televisión, mis programas favoritos
eran: Xuxa, Nuveluz, Los ositos cariñosos y de un poco más grande Cebollitas,
Chiquititas, películas infantiles y las novelas que se daban a la hora de la
cena. Ahora también sigo mirando televisión eso no cambió, solo fueron
cambiando los programas, me siguen atrapando las novelas, las películas y algún
que otro programa de chismes.
Antes
pensaba que mirar la tele era para no aburrirse cuando alguien no tenía con
quien jugar, pero hoy me doy cuenta que no es así, que los niños miran la tele
tantas horas por culpa de los padres y esto lo digo y me hago cargo porque
tengo una hija la cual también miraba bastantes horas la tele pero eso no fue
por decisión propia porque los niños con 1 o 2 no deciden sentarse frente a la
pantalla a mirar, sino que son o fuimos los padres quienes los expusimos a ello
y a veces por varias horas para hacer cosas o porque nos ausentamos, y los
dejamos solos mirando la tele.
Por
esto es que hay muchos niños que al hablar lo hacen en neutro, eso lo pude ver
en las prácticas y no es porque los padres sean extranjeros, sino que, es por
la influencia de la pantalla en los primeros años de sus vidas. Como dice
Huergo en; Los reconocimientos subjetivos y las identificaciones:
“El problema del reconocimiento
de la textualidad televisiva interpeladota es el problema de la adhesión.
Significa una incorporación que a la vez implica cierta identificación y cierta
pertenencia. Una identificación es un punto de encuentro o sutura entre los
discursos y prácticas que intentan interpelarnos y los procesos que producen
subjetividades”.
Es
entonces cuando se nota fuertemente la presencia de la televisión en la vida de
los niños y mucho más cuando es sin intervención de los adultos.
Que
es lo que señala Cortejo, en el texto “El psicodrama aplicado al estudio de la
recepción familiar televisiva”, donde toma aportes de Orozco y dice que; Los niños que pasan más tiempo
solos tienden a ver más horas la programación televisiva. Es decir, la
participación de los padres o los hermanos en el momento de ver TV constituye
la primera mediación en la recepción televisiva.
Hoy
por hoy, no se puede dejar a los niños solos frente a la pantalla y con el
control en sus manos, ya que de esta manera la televisión puede pasar de ser
una compañía o entretenimiento para los niños a ser un peligro por las cosas
que pueden ver. Ya los programas no son los mismos que los que veíamos nosotros
cuando éramos chicos en el horario de la tarde o el mediodía.
Aunque
contrariamente, con la intervención de los padres o de los
adultos
a su cargo la pueden convertir en; como dice Orozco, Nuevos
modos
de aprender:
“Si algún efecto educativo
acumulado a lo largo del tiempo ha tenido la televisión en sus audiencias, es
el haber modificado su disposición hacia el aprendizaje y diversión. La
televisión quizá como ninguna otra institución, ha mostrado que es posible
aprender divirtiéndose, lo que a su vez ah desafiado y desafía profundamente
los modos tradicionales de enseñanza-aprendizaje.”
En
el siguiente enlace se puede ver un programa de televisión donde
los
niños aprenden valores, conocen otras culturas y costumbres, diferentes
lugares, leyendas, canciones y otros aprendizajes que la televisión les puede
brindar siendo esta tan influyente en la vida de los niños “el fenómeno
mediático-cultural-educativo más importante de los últimos tiempos” (Orozco)
Lo cual no quiere decir que
se deba utilizar la televisión como premio o castigo, a lo que se menciona en
el texto de Cortejo como: La "familia represiva",
utiliza a este medio como medida de castigo o premio. El diálogo está
supeditado a las normas establecidas, por los padres o hermanos mayores, en el
hogar. Sino que debe ser un medio más con el cual los
niños se puedan educar, ya que esta tan metida dentro de las casas.
Orozco
en la televisión como juguete, propone algunos juegos analíticos, lo que nos da
cuenta el recorte que pueden hacer los chicos sin intención alguna de la realidad,
que es lo que le tenemos que hacer ver nosotros en nuestro trabajo como
docentes, que solo es algo que se muestra como una persona quiere que se vea,
pero que no siempre es así.
De
esta manera cierro con decir que la televisión no es una mala influencia si se
sabe utilizar.









