¿Los medios y la escuela pueden convivir?

Podemos ver como los medios y las nuevas tecnologías van ganando terreno en la sociedad actual, se ve reflejado en todas las edades pero especialmente en los más chicos.
Por un lado, las nuevas tecnologías nos ofrecen una cantidad enorme de información útil y al alcance de cualquiera. Nos permite enterarnos de acontecimientos del pasado y del presente, informarnos sobre ello, podemos ver videos, imágenes, noticias que nos posibilita tener una mirada más amplia. Podemos conocer algo que paso mucho antes de que naciéramos inclusive. Los medios audiovisuales nos dan una perspectiva diferente, el punto esta en saber utilizar los medios y la tecnología de una forma adecuada. Acá podemos ver un video que nos muestra las ventajas de la tecnología en el ámbito escolar.

Antiguamente, los niños vivían revueltos con los adultos en la casa, en el trabajo y hasta en la cama. La aparición de la escuela primaria a fines del siglo XVII, en la que se enseña por la abstracción que introduce el alfabeto y el libro, sustituye la educación tradicional mediante la cual los padres enseñaban a los hijos su oficio a través de las propias practicas del oficio. Esa transformación dará lugar a que los adultos construyan un mundo aparte para los niños fuertemente separado del de los mayores. Esa separación se desploma con la televisión.
La televisión expone cualquier tipo de información que los niños toman desde su casa y les permite estar presentes en las interacciones de los adultos. Como dice Jesús Martín Barbero en el texto La Educación en el Ecosistema Comunicativo: “Es como si la sociedad entera hubiera tomado la decisión de autorizar  a los niños a asistir a las guerras, entierros, a los juegos de seducción, a los interludios sexuales, a las intrigas criminales”.

Otro punto, interesante para debatir, que marca el autor tiene que ver con que mientras la enseñanza discurre sobre el libro, el maestro se siente seguro, porque él es el que sabe, pero cuando en ese escenario entra la imagen, los saberes se invierten, el que se siente seguro es el alumno, cuyo lenguaje conoce mucho mejor que el maestro.