sábado, 10 de noviembre de 2012



La televisión y nuestras vidas


Desde mi experiencia personal el mirar televisión es uno de los mejores pasatiempos. De chica al no tener con quien jugar, ya que tengo un solo hermano y mayor por seis años, me entretenía mucho mirando la televisión, mis programas favoritos eran: Xuxa, Nuveluz, Los ositos cariñosos y de un poco más grande Cebollitas, Chiquititas, películas infantiles y las novelas que se daban a la hora de la cena. Ahora también sigo mirando televisión eso no cambió, solo fueron cambiando los programas, me siguen atrapando las novelas, las películas y algún que otro programa de chismes.
Antes pensaba que mirar la tele era para no aburrirse cuando alguien no tenía con quien jugar, pero hoy me doy cuenta que no es así, que los niños miran la tele tantas horas por culpa de los padres y esto lo digo y me hago cargo porque tengo una hija la cual también miraba bastantes horas la tele pero eso no fue por decisión propia porque los niños con 1 o 2 no deciden sentarse frente a la pantalla a mirar, sino que son o fuimos los padres quienes los expusimos a ello y a veces por varias horas para hacer cosas o porque nos ausentamos, y los dejamos solos mirando la tele.

Por esto es que hay muchos niños que al hablar lo hacen en neutro, eso lo pude ver en las prácticas y no es porque los padres sean extranjeros, sino que, es por la influencia de la pantalla en los primeros años de sus vidas. Como dice Huergo en; Los reconocimientos subjetivos y las identificaciones:
El problema del reconocimiento de la textualidad televisiva interpeladota es el problema de la adhesión. Significa una incorporación que a la vez implica cierta identificación y cierta pertenencia. Una identificación es un punto de encuentro o sutura entre los discursos y prácticas que intentan interpelarnos y los procesos que producen subjetividades”.
Es entonces cuando se nota fuertemente la presencia de la televisión en la vida de los niños y mucho más cuando es sin intervención de los adultos.
Que es lo que señala Cortejo, en el texto “El psicodrama aplicado al estudio de la recepción familiar televisiva”, donde toma aportes de Orozco y dice que; Los niños que pasan más tiempo solos tienden a ver más horas la programación televisiva. Es decir, la participación de los padres o los hermanos en el momento de ver TV constituye la primera mediación en la recepción televisiva.
Hoy por hoy, no se puede dejar a los niños solos frente a la pantalla y con el control en sus manos, ya que de esta manera la televisión puede pasar de ser una compañía o entretenimiento para los niños a ser un peligro por las cosas que pueden ver. Ya los programas no son los mismos que los que veíamos nosotros cuando éramos chicos en el horario de la tarde o el mediodía.
                            


Aunque contrariamente, con la intervención de los padres o de los
adultos a su cargo la pueden convertir en; como dice Orozco, Nuevos
modos de aprender:
         “Si algún efecto educativo acumulado a lo largo del tiempo ha tenido la televisión en sus audiencias, es el haber modificado su disposición hacia el aprendizaje y diversión. La televisión quizá como ninguna otra institución, ha mostrado que es posible aprender divirtiéndose, lo que a su vez ah desafiado y desafía profundamente los modos tradicionales de enseñanza-aprendizaje.”

En el siguiente enlace se puede ver un programa de televisión donde
los niños aprenden valores, conocen otras culturas y costumbres, diferentes lugares, leyendas, canciones y otros aprendizajes que la televisión les puede brindar siendo esta tan influyente en la vida de los niños el fenómeno mediático-cultural-educativo más importante de los últimos tiempos” (Orozco)
Lo cual no quiere decir que se deba utilizar la televisión como premio o castigo, a lo que se menciona en el texto de Cortejo como: La "familia represiva", utiliza a este medio como medida de castigo o premio. El diálogo está supeditado a las normas establecidas, por los padres o hermanos mayores, en el hogar.  Sino que debe ser un medio más con el cual los niños se puedan educar, ya que esta tan metida dentro de las casas.
Orozco en la televisión como juguete, propone algunos juegos analíticos, lo que nos da cuenta el recorte que pueden hacer los chicos sin intención alguna de la realidad, que es lo que le tenemos que hacer ver nosotros en nuestro trabajo como docentes, que solo es algo que se muestra como una persona quiere que se vea, pero que no siempre es así.
De esta manera cierro con decir que la televisión no es una mala influencia si se sabe utilizar.



2 comentarios:

  1. Hola Romina. Esto último que decís sobre la tarea de los docentes de hacer ver a los chicos el modo en que los medios construyen sus programas solo es parte del trabajo que podemos hacer. Más ampliamente, de lo que se trata es de constituir al jardín en mediación de los consumos televisivos que los chicos efectivamente realizan, más allá de que los consideremos buenos o malos, o más o menos educativos. Cuidado con caer en la moralización de la TV! Para no correr ese peligro, te recomiendo revisar la concepción de educación que Huergo propone en su texto y tener en cuenta la idea de "comunidad de interpretación" que parecen insinuar Orozco Gómez y Cornejo portugal con sus propuestas de investigación-acción participativa y psicodrama con fines pedagógicos respectivamente.

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